Ya no es noticia que, desde que compró Twitter en octubre de este año, Elon Musk ha ido implementando una serie de polémicos cambios en la plataforma. Más allá de éstas, sin embargo, algunas informaciones filtradas desde dentro de la empresa han llamado la atención y han levantado sospechas de que la red social pende de un hilo.
El riesgo de quiebra de Twitter no es un tema nuevo, pues ya fue admitido por el propio Musk en una reunión con sus empleados. Aunque no ha vuelto a pronunciarse sobre el tema, varias señales procedentes de su dirección parecen corroborar esta posibilidad, insinuando que esta amenaza podría estar a punto de materializarse.
Twitter:
- ha perdido la mitad de sus anunciantes;
- es moroso en el alquiler;
- dio instrucciones a los empleados para que no pagaran a los proveedores;
- va a subastar artículos de oficina;
- está considerando el impago a antiguos empleados.
Los alquileres de Twitter están atrasados
En un artículo publicado el martes (12), el New York Times reveló que, durante semanas, Twitter no ha pagado el alquiler de su sede en San Francisco ni de ninguna de sus oficinas mundiales.
Según Bloomberg, este "recorte de gastos" está relacionado con los despidos que ha llevado a cabo Twitter, pero no de la forma que cabría imaginar. Básicamente, Musk acabó eliminando a varias personas que aportaban dinero a la empresa, ya fuera a través de anunciantes o de productos corporativos. Sin forma de recuperar esas fuentes de ingresos, recurrió a la negociación.
"Despidió a representantes que manejaban valiosas relaciones con anunciantes, así como... a todo un equipo dedicado a productos corporativos que generaban cientos de millones [de dólares] al año", afirma Bloomberg. "Los empleados despedidos que gestionaban los contratos y facturas de los anunciantes no pudieron transferir documentos importantes a las personas que se quedaron".
Peor aún, los preseps de Musk acabaron ahuyentando a más de la mitad de los anunciantes de Twitter, según Bloomberg, lo que les llevó a interrumpir su gasto en la red social.
Así que Musk ha decidido que "todos los contratos son maleables": los empleados tendrán que hacer llamadas para renegociar precios más bajos para todo. Y si algún proveedor no acepta, el multimillonario amenaza con utilizar la fuerza de sus otras empresas para convencerle.
"Dejar de pagar las facturas no es una estrategia de recorte de gastos", afirma el escritor David Frum, licenciado en Derecho por Harvard. "Los costes se han producido, existen. Es una estrategia de robo a través del litigio, y quienes la utilizan son personas en quiebra o sinvergüenzas".
Y Andrés Cueto, ejecutivo con años de experiencia en el sector inmobiliario corporativo, nos recuerda que "hay muchas estrategias para optimizar y reducir los costes inmobiliarios de las empresas. Ser moroso con los alquileres no es una buena estrategia".
Twitter podría no pagar la indemnización a los trabajadores despedidos
Otro "recorte de gastos" planteado por el New York Times se refiere a los derechos de los propios antiguos empleados de la empresa. Según el periódico, la empresa ha estado discutiendo la posibilidad de denegar la indemnización por despido a los trabajadores de Twitter despedidos recientemente.
Para quien no lo recuerde, Musk ha llevado a cabo despidos masivos desde que asumió el cargo de CEO de la plataforma. Una situación que empeoró aún más cuando el ejecutivo dio un ultimátum a los trabajadores restantes, advirtiéndoles de que debían comprometerse con la cultura "extremadamente dura" de la empresa o abandonar sus puestos. Como resultado, de las 7.500 personas que trabajaban en la red birther, poco menos de 1.000 quedaron en la plataforma.
Además, cabe recordar que la app se enfrenta a algunos asuntos pendientes en los tribunales, como la demanda interpuesta por antiguos empleados de la empresa por la falta de notificación de sus despidos.
Según la legislación del estado de California, los despidos masivos deben ser informados con 60 días de antelación, algo que no ocurrió en el episodio de Twitter.