Se trata del mayor acuerdo jamás alcanzado en Estados Unidos para poner fin a un litigio relacionado con los derechos de los consumidores. Lo que está en juego son las prácticas de Google en cuanto a la recopilación de datos de localización.
Google ha acordado pagar 391,5 millones de dólares para poner fin a una demanda de 40 estados que acusa a la empresa de prácticas abusivas en la gestión de los datos de los usuarios, en lo que constituye el mayor acuerdo alcanzado en Estados Unidos para poner fin a una disputa relacionada con los derechos de privacidad.
Google fue acusado de violar las leyes de protección de la privacidad de los consumidores con su política de información poco clara sobre los datos de localización que conserva de cada usuario, incluso cuando la opción de conservar el historial de localización en sus servicios está desactivada.
La empresa también se ha comprometido a "mejorar significativamente" la información que divulga sobre los sistemas de localización de sus servicios. En diferentes aspectos. Según los términos del acuerdo, detallados en un comunicado, se explica que Google ha aceptado mostrar información adicional a los usuarios cada vez que activen o desactiven una configuración de la cuenta relacionada con la ubicación.
La empresa también hará más accesible a los usuarios toda la información que necesita compartir sobre la localización, proporcionando información detallada sobre los tipos de datos de localización recogidos y cómo se utilizan, en una página web mejorada de "Tecnologías de localización".
"Durante años, Google ha priorizado los beneficios sobre la privacidad de sus usuarios", subrayó Ellen Rosenblum, fiscal general de Oregón. El problema es que la empresa puede seguir sabiendo dónde se encuentra un usuario, incluso si éste desactiva el historial de localización de servicios como la búsqueda o los mapas. La situación se destapó en 2018 en un artículo publicado por Associated Press y acabó desencadenando la investigación de los fiscales generales que posteriormente presentaron la demanda.
"Han sido astutos y engañosos. Los consumidores pensaban que habían desactivado las funciones de localización de Google, pero la empresa seguía rastreando en secreto sus movimientos y utilizando esa información para los anunciantes", añade el memorando, firmado por el fiscal general de Oregón y el representante del estado de Nebraska que dirigió el caso.
Según denunció una investigación de AP, Google utilizó otros datos de las cuentas de los usuarios para seguir manteniendo registros de localización utilizados con fines comerciales. La recogida de estos datos también podría bloquearse, pero de forma complicada que no explica la empresa.
La investigación encontró pruebas de que Google violó las leyes de protección del consumidor al menos desde 2014 al no informar suficientemente a los usuarios sobre sus prácticas de seguimiento de la ubicación y, además de una sanción monetaria, exige a la empresa que cambie sus prácticas en este sentido.